Francesc Giró: "Cataluña importará la experiencia del Plan Revitaliza para implementar sus compostadores comunitarios"
El director técnico de la Agència de Residus de Catalunya elogió la profesionalidad de la gestión del modelo de la Diputación de Pontevedra
El director técnico de la Agència de Residus de Catalunya, Frances Giró, aseguró hoy que Cataluña aprovechará la experiencia y conocimiento del Plan Revitaliza de la Diputación para "replicar o adaptarla" en algunas comarcas catalanas donde se están instalando compostadores comunitarios. El técnico así lo manifestó junto al vicepresidente Mosquera en Pontevedra, donde esta tarde participará como ponente en la Facultad de Compostaje en la que se está formando la tercera promoción de maestras y maestros compostadores.
Giró destacó que "sigo con gran expectación, interés y satisfacción el avance que Pontevedra está haciendo en la gestión de los biorresiduos mediante el compostaje comunitario". Explicó que Cataluña lleva más de 25 años trabajando con el mismo objetivo, el compostaje, y que comenzó la recogida selectiva de los biorresiduos y su tratamiento en plantas de compostaje o digestión, contando ahora con 26 plantas de muy diferentes tamaños. Puesto que es preciso completar el modelo y corregirlo donde no funcionó destacó que "ahora, 25 años después, estamos en algunas zonas de dispersión de población y vamos a empezar la gestión en compostaje comunitario como está haciendo Pontevedra".
Según opina el director de la Agència de Residus, "el compostaje comunitario es una expresión muy clara, perfecta, de cierre del ciclo de residuos orgánicos en proximidad". Manifestó que puede ser de difícil aplicación en grandes ciudades con una alta densidad de población, pero en otros contextos no: "De hecho en Cataluña queremos trabajar con los diferentes modelos, porque hay zonas en las que no tiene sentido ir a recoger los residuos, sino que los residuos deben quedar en el mismo sitio y autogestionarse, emulando lo que hacéis vosotros en Pontevedra" destacó.
Para el técnico catalán el ejemplo de Pontevedra es totalmente positivo en cuanto a su funcionamiento. Destacó que conoce muchos centros de compostaje en varios ayuntamientos, la capital incluida, –que visitó en varias ocasiones–, y no detectó ningún problema de ningún tipo, ni los temidos ‘olores' que alude el vecindario.
"Cuando hay una gestión correcta como la que hay en Pontevedra no hay problemas de olores. Yo invitaría a que visitarán municipios de Cataluña… y hacen más olor los colectores de fracción resto en los que hay materia orgánica en las calles que estas unidades de tratamiento aerobio de compostaje. No lo digo por decir. Es así. Con el compostaje aerobio no hay fermentación y no hay olores. Seguro que dan más problemas de olores los colectores de resto, especialmente cuando se acerca el verano, que estas zonas de compostaje", insistió.
Por otra parte, Giró también destacó la profesionalidad y el trabajo de control del personal técnico del Plan Revitaliza, que vigila la corrección de todo el proceso de compostaje, tanto de la comunitaria cómo de la individual. De hecho, indicó que en Cataluña hay repartidos 25.000 o 30.000 compostadores individuales de los que "no garantizo que la gestión in situ en las casas sea correcta porque no tenemos estudios de trazabilidad" como los que se elaboran en Pontevedra haciendo continuas analíticas.
Más exigencias de la UE
Francesc Giró también anunció que hoy el Parlamento europeo votó las nuevas directivas de residuos después de que el Consejo Europeo hubiera aprobado los textos consolidados hace dos meses. "Los cambios serán trascendentes y afectarán de manera importante a todos los ámbitos administrativos", dijo.
La nueva directiva establece de manera obligatoria para el año 2023 en toda Europa –y por tanto en todos los estados, provincias y municipios– el deber de la gestión diferenciada y separada de los biorresiduos: recogida selectiva o aportación y tratamiento en compostaje o digestión anaerobia, en definitiva, en tratamiento biológico.
"Los biorresiduos –segundo insistió Giró– son la fracción más importante por presencia cuantitativa y por su impacto en medio. Una mala gestión de biorresiduos supone muchos impactos ambientales y una buena gestión es una oportunidad para corregir muchos otros problemas ambientales: el suelo, la fertilidad, el cambio climático, la gestión de los recursos…".
La nueva directiva también modificará el objetivo de reducción y reciclaje vigente, que establece el 50 % de reciclaje de la bolsa de la basura para el año 2020. La nueva directiva incrementa los objetivos de reciclaje al 55 %, 60 % y 65 % para los años 2025, 2030 y 2035 respectivamente, "lo que quiere decir que cuando menos implica diez puntos más de recogida selectiva". Esto es: obligaría a recoger de forma selectiva del 65 al 75 % de los residuos generados, ya que, según indicó, reciclaje no es lo mismo que recogida selectiva, ya que hay demasiada cantidad de residuos no adecuados o impropios.
Giró apuntó que en España el promedio de reciclaje está en el 33 % si bien los datos reales están alrededor del 17 % porque no se debe contar la parte de lo bioestabilizado. "Imaginen el salto que hay que hacer. Los objetivos de la UE no son posibles sin una gestión correcta de los biorresiduos", sentenció.
Giró quiso recordar que en julio de 2017 la UE ya envió indicaciones a España para que trabajara en la gestión de los biorresiduos en origen, en la recogida puerta a puerta y en el pago por generación, en incrementar los cánones para escombreras e incineración y que tuviera en cuenta que "en una incineradora puede poner limitaciones a la consecución de los objetivos de reciclaje".
"Creo personalmente –insistió– que tanto la gestión que hacemos en Cataluña y también en Pontevedra y en otras comunidades en España está empezando a canalizar una vía de gestión acorde con el contexto urbanístico social y económico que permite transformar los biorresiduos en un recurso, en un bien que será interesante para conseguir objetivos ambientales".
