La Diputación de Pontevedra homenajea la estadía de Maruja Mallo en Beluso con un mural en la casa do pobo
Toma como referencia una ilustración de Polo Correo do Vento que recoge a la artista pintando en el Caderno de Beluso en compañía de Johan Carballeira, José Suárez y Federico Ribas
La Casa do Pobo de Beluso luce desde hoy en su fachada principal un mural que recoge la estadía de la artista Maruja Mallo en esta parroquia durante el verano de 1936. Una estadía que se vio interrumpida con motivo del golpe fascista del 18 de julio, motivo por el cual Diputación y Ayuntamiento eligieron este día simbólico para presentar el mural, que representa a la artista mientras pinta en el Caderno de Beluso en compañía de Johan Carballeira, José Suárez y Federico Ribas. "Esta fecha es una elección simbólica porque Maruja Mallo fue una víctima más del golpe fascista del 36 y aquel 18 de julio fue un día triste que puso fin a toda la actividad cultural y artística que había en la República" aseguró el diputado de Cultura y Lengua, Xosé Leal, durante su intervención. El diputado nacionalista estuvo acompañado por varios concejales y concejalas de Bueu, por el alcalde, Félix Juncal, por los autores de la ilustración y del mural, los integrantes del colectivo Polo Correo do Vento, Enrique Mauricio y Carlos Taboada, por la directora del Museo Massó, Covadonga López de Prado, y por representantes de colectivos como la Asociación de Alfombristas y la Asociación Amigos de Johan Carballeira.
"Esta acción nos va a permitir recordar y visualizar a partir de ahora y cada día lo que fue un Bueu muy diferente a lo que tenemos a día de hoy" manifestó Félix Juncal. El alcalde también se refirió a la importancia de la colocación del mural porque "la Casa do Pobo fue un edificio levantado por el vecindario de Beluso, y ésta también es una manera de homenajear a los vecinos y a las vecinas y de poner de manifiesto la relevancia de esta parroquia en la vida social y en la historia de Bueu". Sobre la relevancia de este enclave en verano de 1936 también profundizó Xosé Leal, que aseguró que "la playa de Beluso en aquel momento tenía la mayor concentración de artistas por metro cuadrado", e insistió en poner en valor la "importancia de Bueu en aquella época" y en "convertir este mural en una acción de recuperación de nuestra memoria".
Por su parte, Enrique Mauricio y Carlos Taboada, explicaron que el "estilo infantil" de la pintura representada responde a que la ilustración elegida pertenece a su libro Meiga nova, metade anxo, metade marisco. Pequena biografía de Maruja Mallo, de su colección Mulleres galegas. Manifestaron que a través de esta pintura quieren dejar constancia de "como era la vida en aquel momento, de la vanguardia artística de aquella época" y que se vio truncada por causa de lo acontecido el 18 de julio. Enrique Mauricio y Carlos Taboada aseguraron que las personas representadas en el mural "no enterraron cadáveres, sino que enterraron semilla, y por ese camino tenemos que continuar". "Queremos reivindicar que el golpe no finalizó con ellos, sino que los engrandeció y tenemos que recuperar su memoria" aseguraron.
Maruja Mallo y Beluso.
Maruja Mallo vivía en Beluso con su compañero, el sindicalista marxista Alberto Fernández Martínez "Mezquita", en verano de 1936. La pintora, que había llegado a Galicia para trabajar con las Misiones Pedagógicas en el marco de la Institución Libre de Enseñanza, realizó en Beluso apuntes y bocetos de la vida marinera y de los trabajos propios del mar que posteriormente llevaría con ella para Argentina y que aprovecharía para crear su serie La religión del trabajo. Estos apuntes se conservan en el denominado Caderno de Galicia –también conocido como Caderno de Bueu o Caderno de Beluso –. Este cuaderno está considerado como fundamental para el desarrollo del estilo de la pintora y para su posterior producción en el exilio. Entre esa producción destaca la mencionada La religión del trabajo, una serie con la que la autora rindió homenaje a los trabajos del campo y del mar y que consta de siete lienzos, dos dedicados al campo y cinco al mar, y que fue prácticamente pintada en su totalidad en Argentina. También es destacable que en aquella época, a las puertas del levantamiento fascista de julio de 1936, Beluso y Bueu eran un lugar de encuentro entre intelectuales gallegos como Johan Carballeira, José Suárez o Federico Ribas.
Mensaje de la familia de Maruja Mallo
Con motivo de la presentación del mural, los sobrinos de Maruja Mallo, Elena y Antonio González Conde, hicieron llegar un mensaje de agradecimiento por esta acción. El mensaje dice lo siguiente: "La familia de Maruja Mallo está muy agradecida por el interés que demuestra el Ayuntamiento de Bueu en torno a Maruja. Su estancia en Beluso durante el verano del año 1936 supuso para ella un punto de partida para algunas de las series que posteriormente realizó en América: La religión del trabajo, las Naturalezas vivas o los Retratos bidimensionales están inspirados en aquellos apuntes que ella había tomado en Bueu y que están recogidos en el Caderno de Bueu/Beluso. Gracias a todos!"
