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La mayor parte de las mujeres represaliadas en la comarca de O Morrazo procedían de movimientos sindicales

La exposición "Rexas. Mulleres baixo o terror franquista", organizada por la Diputación, puede visitarse en el Museo Manuel Torres de Marín hasta el 30 de septiembre


01 septiembre 2017
Rexas

"El gran número de mujeres represaliadas que aquí hubo da muestra de que O Morrazo fue una comarca muy luchadora" afirmó el diputado de Cultura y Lengua, Xosé Leal, en su intervención en la apertura de la exposición "Rexas. Mulleres baixo o terror franquista" en el Museo Manuel Torres de Marín. Esta exposición, organizada por la Diputación para reparar a las víctimas del Alzamiento del 1936, le ponen rostro y nombre a 172 pontevedresas que fueron perseguidas, asesinadas, encarceladas y que, además, por mor de su condición de mujeres, fueron objeto de vejaciones de corte sexista. En el acto de apertura, además del diputado provincial también estuvieron presentes la alcaldesa de la localidad, María Ramallo, el concejal de Hacienda, Manuel Santos, la comisaria de la muestra, Montse Fajardo, la presidenta de la ARMH de Marín, Queta Otero Molas, así como numerosos familiares de las mujeres represaliadas de la comarca, en cuyos nombres intervinieron Ana María Aller, Lola Rodríguez y Marisa  Santiago.

Leal también agradeció toda la labor realizada por todas "las asociaciones que trabajan por la Memoria" y añadió que "las administraciones debemos ser un altavoz de su trabajo para que se conozcan y se reconozcan las personas que dieron su vida por la democracia y por la República". El diputado nacionalista destacó que esta muestra, que en este año recorrerá varias comarcas de la provincia, está causando un gran impacto y está teniendo una gran demanda por parte de otros ayuntamientos que solicitan poder disponer de ella. Por su parte, la alcaldesa de Marín, María Ramallo, agradeció a la Diputación, y nombradamente al Área de Cultura y Lengua, que incluyera al Museo Manuel Torres en el itinerario de la muestra.

La comisaria de la exposición, Montse Fajardo hizo hincapié en que "las mujeres de esta comarca están presentes en todos los paneles y lo más destacable es el altísimo compromiso de estas mujeres en la lucha sindical". Aseguró además que "sólo los casos de Marín, ya darían para una única exposición". En este sentido, la presidenta de la ARMH de Marín, Queta Otero Molas, señaló que "después del largo silencio impuesto en la dictadura, con estos actos las familias sentirán aliviado el dolor que sufrieron en su hogar". Precisamente en la necesidad de dar voz insistieron, en sus emotivas intervenciones, las familiares de las mujeres represaliadas. Lola Rodríguez quiso recordar a su abuela "doña Lola, la maestra de Seixo, una mujer firme e independiente, que le quitaron la escuela y la profesión, la independencia, y la tuvieron presa con otras mujeres". Con el recuerdo de su abuela y de otras mujeres dijo que "tenemos que ser capaces de transmitir su audacia, su independencia y su determinación". Una idea que secundó Manuela Santiago asegurando que "en nuestros días no seríamos tan valientes como ellas fueron, ojalá hubieran podido estar aquí para verla" –la exposición–. Por último, Ana María Aller, familiar por parte directa y a través de su familia política, de nueve mujeres represaliadas, aseguró que "tuvieron un montón de castigos, pero la mayor condena será que las olvidemos y que dejemos de decir su nombre con orgullo, ese sería el triunfo de sus represores".

La presencia de O Morrazo en la muestra fue posible gracias a la colaboración de las asociaciones de la memoria: ARMH de Marín, 28 de Agosto de Cangas, Ateneo de Moaña y Amigos de Xohán Carballeira de Bueu.

Mujeres represaliadas en O Morrazo

Rexas recoge 26 historias de mujeres represaliadas de O Morrazo, que representan ejemplos de cada una de las tipologías de represalias, desde la marinense Carmen Pesquera, a Capirota, cuya biografía e imagen aparecen en el panel de asesinadas, hasta la canguesa Josefa Martínez Agulla, con una tipología tan infrecuente en Galicia como la de ser enviada a la URSS de niña, para huir de una guerra que la había sorprendido en Euskadi.

Uno de los aspectos más destacados de esta comarca es que permite mostrar la brutal represión que el franquismo ejerció sobre las mujeres que se sindicaron en la defensa de sus derechos laborales. Rexas recoge, por ejemplo, el caso de la presidenta del Sindicato de Atadeiras La Reivindicadora de Cangas, Dolores Blanco Montes, que en agosto del 36, a los 51 años, fue llevada junto a la marinense Carmen Pesquera para ser paseada. Logró salvar la vida pero estuvo presa hasta agosto de 1942 en el durísimo penal vasco de Saturrarán, junto a otras mujeres del entorno como la vecina de Lourizán, Asunción Vilas, A Vidala, o a las hermanas Ramona y Adelina Otero Martínez, As Casqueiras, de Cantodarea, zona muy castigada por esa implicación de las mujeres conserveras y de la loxa con la lucha sindical.

También fue condenada a veinte años de prisión la marinense, Emilia Pérez Pazos, a Machada, enlace de la CNT y organizadora de numerosas huidas desde el puerto de A Coruña. Y Dolores Santiago Troitiño, apodada La Pasionaria por ser comunista y presidenta de la Sociedad de Chaboleiras e Empacadoras de la CNT de Marín. Fue encarcelada aunque quedó posteriormente en libertad por la intercesión de sus hermanos, falangistas.

Cabe destacar también el envío a la cárcel por razones religiosas. Un ejemplo es Ramona Couso, a Cunicha, que por ser evangélica fue detenida, rapada, obligada a ingerir aceite de ricino y luego paseada por las calles de Marín, donde detuvieron a otras personas que profesaban esa religión, como Josefa García Pena.

En muchos casos, las penas de cárcel fueron acompañadas de otros castigos como el rape, tal y como sucedió con la moañesa Enedina Esperón, fundadora del Sindicato de Hiladeras Y Oficios Varios La Defensa, o con la canguesa Benigna Rodal. Rexas mismo recoge una foto de la marinense Elsa Omil poco después del rape, cuyos efectos aún se pueden apreciar en la imagen. El mismo día que la raparon a ella, raparon también a las hermanas Elena, Lidia, Esther, Clara y Josefa Area Landín, As Ribeiranas y a Carmen Bautista, a Virila, todas vecinas de Marín.

Los fascistas raparon también a las mujeres de la familia Torrente: a la madre, Aurora, y a todas las hijas, María, Elvira, Josefa, Pura Dolores y Ángela, para luego desterrarlas. La muestra también recoge otros castigos sexistas como la violación de Asunción Berea Mora, esposa de Joaquín Moreda Feal, militar del Polígono Janer de Marín que tras negarse a bombardear población civil, fue llevado a Ferrol y fusilado.

También hay en Rexas un espacio para las maestras del entorno que fueron depuradas, como Dolores Cea Montenegro, maestra en Seixo (Marín), que por su apoyo al frente Popular acabó en la cárcel de la Normal y a quien, además de quitarle la escuela e impedirle ejercer durante años, le impusieron continuas multas que la obligaron a vender varias propiedades. O Eladia Milleiro, también de Marín que fue apartada del aula y apresada. En el cine chillaba contra la dictadura y llevaba debajo de la solapa la bandera soviética.

La historia de 172 mujeres

En total, la exposición cuenta las historias de 172 mujeres, algunas de ellas hechas públicas por primera vez, a través de 78 fotografías. Está dividida en tres bloques, siendo el primero el de la contextualización histórica, que cuenta que el golpe de estado supuso una quiebra de los derechos de la República tanto en lo relativo a las clases como desde el punto de vista de las mujeres, que después pasaron a ser tuteladas por varón, iglesia o la sección femenina.

La segunda parte de la exposición, la más larga, analiza las diferentes tipologías de represión y muestra que, a pesar de que las cifras muestran que los hombres son mayoría en los listados de víctimas, las mujeres no sólo padecieron las mismas tipologías de represión que ellos, sino que además fueron objeto de vejaciones de corte sexista aplicadas no sólo a aquellas ciudadanas significadas política o sindicalmente, sino también a las familiares de hombres perseguidos: fueron rapadas, agredidas sexualmente, tatuadas, arrastradas con cuerdas u obligadas a bailar desnudas delante de la gente.

Finalmente, la tercera y última parte de la muestra se dedica a reconocer la labor solidaria y resistente de las mujeres, su apoyo imprescindible a la guerrilla, a los huidos, a la gente presa y a sus familias, a las viudas y criaturas huérfanas, así como su protagonismo en la transmisión de la memoria. "

La exposición "Rexas. Mulleres baixo o terror franquista" comenzó su itinerario en la Casa do Concello de Silleda; continuó en la Sala de Exposiciones del área Panorámica de Tui; permanecerá hasta el 30 de septiembre en el Museo Municipal Manuel Torres de Marín; y continuará del 13 de octubre al 7 de noviembre en el Auditorio Municipal de Nigrán; y del 10 de noviembre al 10 de diciembre en el Pazo provincial de la Diputación en Pontevedra.