Existe una línea fina, extremadamente fina, sobre la que es difícil moverse. Entre lo que esperan de mí y lo que espero de lo mío.

Moverse entre lo esperado y lo inesperado. Entre lo aceptable y lo marginal. Una línea que separa mi cuerpo del cuerpo del resto de cuerpos.

Soñé un día que me obligaban a comer tocino. Pero de pequeña la obligación venía desde dentro. Desde ese lugar en el que aprendí que no debía comer tocino si quería estar preparada para recibir el cuerpo y el alma de Cristo. En ese lugar en el que aprendí que respetar es igual a obedecer, la obligación se colaba entre el paladar y la hostia que se pegaba a él casi sin dejarme tragar saliva.

La obligación, la obediencia y el cuerpo de Cristo. Aprendí que el cuerpo es alma y no es importante. Pedagogía del cuerpo que calla.

Pedagogía de la violencia.

Entre lo que esperan de mí y lo que espero de lo mío hay tan sólo dos letras de diferencia.

Currículum

Marta Cuba es diseñadora gráfica y artista interdisciplinar. Experimenta entre territorios, entre el cuerpo y sus huellas. Danza, fotomontaje, acción, performance, nuevos desplazamientos, nuevos límites, lugares por los que re-moverse en un ejercicio de reflexión sobre aquello que escapa a criterios rígidos, sobre aquello que nos desorienta y nos toca. ¿De qué modo se cruzan y se experimentan las fronteras? Cuerpo social, histórico, grávido, identitario, cuerpo inmaterial, pixelado, translúcido. Cuerpo e imagen del cuerpo.

Marta compagina el trabajo de diseñadora gráfica con el montaje de piezas en las que integra improvisación, danza, fotomontaje o acción. Lugar de paso se estrenó en la sala Normal en junio de 2013 y Mo-vernos en octubre de 2014. También es integrante de la compañía Mudanza, creada en 2014 y en la que codirige piezas como Ur-vanos, estrenada en el festival Cartografías en Movemento de Lugo en 2015, y Sintética, estrenada en el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña en abril de 2016.