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Carmela Silva reclama a la Xunta y al Gobierno estatal más recursos para cuidar a las personas con Alzheimer en su visita a las instalaciones de AFAGA

La Diputación de Pontevedra ayuda este año a AFAGA con 35.000 euros para desarrollar un proyecto de atención jurídica y psicológica a las y a los familiares de pacientes


16 mayo 2017
Reunión con AFAGA

La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, acompañada por la diputada de Cohesión Social y Juventud, Digna Rivas, visitó esta mañana las instalaciones de la Asociación de Familiares de personas enfermas de Alzheimer y otras Demencias de Galicia, AFAGA. Carmela Silva y Digna Rivas fueron guiadas por el presidente de la Asociación, Juan Carlos Rodríguez, y demás personal de su centro de Vigo, para conocer de primera mano tanto el trabajo que desarrollan con las y los pacientes de estas dolencias neurodegenerativas además de recibir información tanto sobre la propia enfermedad como de otros campos en los que se desarrolla el trabajo del personal de AFAGA.

Carmela Silva aseguró que "AFAGA es una asociación imprescindible en Galicia ya que, gracias a ellas y a ellos, las personas que padecen Alzheimer y sus familias tienen un instrumento con el que hacer frente a una enfermedad que afecta cada vez a más gente". La presidenta provincial afirmó sentir "un profundo orgullo" por el hecho de que "en nuestra sociedad haya personas que de forma altruista dediquen su vida y el tiempo que tienen después de realizar su trabajo, a atender cuestiones tan relevantes como que las personas que padecen Alzheimer tengan todos los recursos que les permiten llevar a cabo una vida más plena".

Por eso, aseguró Carmela Silva, "en la Diputación de Pontevedra vamos a hacer este año un enorme esfuerzo al dedicar 35.000 euros a AFAGA para que pueda desarrollar un proyecto propio que va a permitir prestar esa atención que tanto necesitan las y los enfermos". El presidente de AFAGA aseguró que "gracias a la Diputación de Pontevedra podemos dar a las y los familiares asesoramiento jurídico, atención psicológica tanto grupal como individual y asesoramiento de recursos" en un programa bajo el nombre de "Alzheimer 360" que tiene como objetivo "ver la realidad de esta enfermedad desde una óptica global, trabajando en la igualdad para tratar de que se recalque la cuestión de género" ya que el peso del cuidado de las personas enfermas sigue estando en las mujeres de entre 50 y 60 años.

Con esta ayuda, explicó Carmela Silva, "mostramos que desde la Diputación de Pontevedra lejos de reducir los recursos para la cohesión social, los aumentamos". La presidenta provincial denunció que "las administraciones deberían atender con mucha más fortaleza esta enfermedad y, sobre todo, con muchos más recursos, concretamente la Xunta de Galicia y el Gobierno estatal". Carmela Silva, afirmó, "entiendo que son estas dos administraciones las que deberían poner todos los medios para que estas personas y familiares tengan los recursos necesarios. Eso no acontece, la ley de dependencia está prácticamente paralizada, en muchos lugares de España y particularmente en Galicia" y esta situación se debe revertir porque "vivimos en una sociedad donde cada vez nos hacemos más mayores, aumenta la esperanza de vida y, por lo tanto, el Alzheimer tiene como perspectiva aumentar el número de personas que lo padecen".

Carmela Silva también denunció la situación de las cuidadoras, "que siguen siendo las mujeres", y aseguró que "hay que poner a su disposición los recursos necesarios para que no tengan que abandonar su vida laboral para cuidar a las y a los familiares que padecen esta enfermedad". Para eso, aseguró la presidenta provincial, "hace falta que haya personal cuidador con salarios, derechos y que puedan hacer frente a sus propias necesidades".

En la provincia de Pontevedra alrededor de 15.000 personas pueden padecer una enfermedad neurodegenerativa y alrededor de 40.000 están afectadas en total por esta situación. Este tipo de dolencias acostumbran evolucionar hacia la dependencia absoluta y, por eso, las y los familiares abandonan sus carreras profesionales y muchos aspectos de sus vidas personales para dedicarse cada vez más a su cuidado, denuncian en AFAGA.