Los niños y las niñas del colegio La Inmaculada saborean las frutas de Areeiro

El profesorado de Verducido destaca la importancia de que los alumnos tengan ejemplo de los adultos al adquirir hábitos saludables

Alrededor de 340 niños y niñas del colegio La Inmaculada de Marín y de Verducido participaron ayer en un taller de "Frutas de otoño" organizado por el Centro y la Estación Fitopatológica de Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra. La jornada fue todo un éxito ya que los pequeños y las pequeñas (de entre seis y doce años) se animaron a probar sabores desconocidos para la mayoría de ellos: las feijoas, los guayabos fresa y los kiwiños, junto con las nueces y las castañas.

El vicepresidente provincial, César Mosquera, destacó ayer la labor didáctica de estos talleres, que llegan a miles de niños de toda la provincia y colaboran en el conocimiento del entorno más próximo y de sus productos, así como en el fomento de una alimentación saludable.

Es la primera vez que el centro escolar La Inmaculada de Marín participa en la iniciativa y, según la jefa de estudios, hubo una gran satisfacción por la acogida que tuvo por parte de los niños. Ya se está pensando en repetir para el próximo curso y ampliar la degustación al alumnado de Educación Secundaria.

Este año los pequeños, además de realizar la degustación, desarrollaron otros trabajos paralelos sobre las frutas, dirigidos por los profesores de Primaria, como murales (ya colgados en los pasillos del colegio) o fichas, entre otras actividades de las clases de Naturales.

La fruta con más éxito fue la feijoa, que muchos niños aún siguieron comiendo después. "Hubo niños que hasta llegaron a comer ocho y diez feijoas y avisaban de que las pedirían luego en la casa", indicó una de las profesoras.

Verducido

Por su parte, en el CEIP Verducido fueron 37 los jóvenes que degustaron las frutas. Este centro es un veterano en los talleres ya que lleva años participando, por lo que algunos de los alumnos y las alumnas conocían el sabor de los productos. Tal y como destacó una de las maestras que colaboró en el taller fue fundamental que las profesoras también comiesen la fruta junto con los niños para dar ejemplo y animarlos: "lo que más nos importa es que se animen a probar cosas nuevas teniendo una referencia de los adultos. No podemos pretender que los pequeños coman fruta si aquí o en casa los mayores no se la ofrecemos". El colegio de Verducido, de hecho, trabaja en otras campañas de promoción de la fruta en la escuela e involucra a padres y madres que tienen árboles frutales para aportar a la escuela parte de su producción y repartirla entre los niños.

Debido al pequeño número de alumnos del centro de Verducido sobró alguna fruta de la degustación, por lo que los pequeños tendrán a su disposición una cesta con los productos de Areeiro durante los recreos de la semana próxima.

Las frutas cedidas por la Estación Fitopatológica a los centros escolares de toda la provincia son plantadas y recogidas en las huertas del organismo provincial. En la unidad de fruticultura de Areeiro se trabaja en el estudio del comportamiento de especies de fruta de nueva introducción y en los problemas que van surgiendo a medida que los cultivos y el mercado se adaptan. Se realiza también un seguimiento anual de los parámetros de producción y calidad de diversas especies, centrándose actualmente en el kiwi, kiwiño, feijoa o mirabel.