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La metasecuoya de Lourizán, lejos de ser candidata para Árbol Europeo del año 2016

La Diputación anima a la ciudadanía a visitar los jardines públicos en los que está y a conocer el ejemplar, cuyas hojas se tornan rojas en la época de Navidad


03 nov 2015
A metasequoia de Lourizán
A metasequoia de Lourizán

A falta del recuento final y de la verificación de los votos, la metasecuoya de Lourizán, propiedad de la Diputación de Pontevedra, quedó muy lejos de ser la candidata española a Árbol Europeo del año 2016 en el concurso de la organización Bosques Sin Fronteras. El ejemplar pontevedrés consiguió cerca de 1.500 apoyos y quedó en cuarto lugar en la votación abierta en Facebook hasta el pasado 31 de octubre. Consiguieron los primeros puestos la Olma de Guadarrama (con 13.883 votos) y el Pino-roble de Canicosa en Burgos (con 13.691 votos), a los que siguió el Tejo de Bermiego, en Asturias (3.534).

A pesar de no conseguir el objetivo final de optar a ser el árbol europeo reconocido en el 2016, la Diputación de Pontevedra destaca la particularidad y belleza de la metasecuoya de Lourizán (cuidada por el equipo técnico del Centro Forestal) y anima a los ciudadanos a visitar los jardines en los que se sitúa (antigua finca de Montero Ríos), sobre todo en las próximas fechas de Navidad, cuando sus hojas se vuelven rojas. En este sentido, la institución provincial acaba de enviar diferentes cartas a los institutos de enseñanza secundaria de la provincia para que tengan en cuenta la existencia del árbol y sus posibilidades didácticas, programando incluso visitas concertadas para el alumnado.

Por su parte, la Asociación Bosques Sin Fronteras destacó en su página de Facebook que el concurso había sido "sano y espontáneo, en defensa de los valores naturales más emblemáticos de las localidades participantes".

Características
La Metasequoia glyptostroboides H.H.Hu & Cheng de Lourizán tiene 35 metros de altura, un diámetro normal a 1,30 metros de 83 centímetros y una circunferencia de 2,6 metros. Es quizás el árbol de mayores dimensiones y en mejor estado de conservación de Europa, con la característica de ser una conífera de hoja caduca.

Se trata de una especie forestal considerada un fósil viviente: tras su identificación en 1941 en material fósil, se redescubrió un ejemplar vivo en 1943 en Moudao-Lichuan-Hubei, China. Las muestras de este primer árbol, cosechadas cuando la provincia de Hubei era escenario de la segunda guerra sino-japonesa, fueron el material de partida para su identificación, y el ejemplar de Metasequoia glyptostroboides del arboreto de Lourizán procede de estas primeras recolecciones. Este ejemplar plantado en 1951 es único en España junto con el que se encuentra en Puente de San Miguel en Torrelavega (Cantabria), de 1956 y propiedad en la actualidad de la familia Botín.