Este bosque de excepcionales ejemplares de castaño y roble fue propiedad de la familia Quiroga de Catasós, residente del pazo de este lugar. En 1864 uno de los herederos se casó con Emilia Pardo Bazán, que años más tarde escribía aquí buena parte de su libro Los pazos de Ulloa.

En la década de los setenta personal técnico de la FAO consideró los castaños de este bosque los de mejor porte forestal de Europa.

En 1998 el bosque pasó a ser propiedad de la Consellería de Agricultura y Medio Ambiente y en el 2000 fue declarado Monumento Natural por la Xunta de Galicia.

Este paraje natural estuvo amenazado cuando se intentó instalar una línea eléctrica de alta tensión entre O Irixo y Lalín. El Ayuntamiento denegó la licencia en el 2017 debido a la insuficiente valoración del impacto que las obras supondrían en el ámbito paisajístico del bosque, ya que el proyecto conllevaría la tala masiva de árboles (alrededor de 2.000 pies), en su mayoría centenarios.

Tuvieron mucha relevancia para impedir este proyecto la movilización vecinal y la plataforma Salvemos Catasós.