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Llega a Cuntis la muestra que recoge la represión que sufrieron las mujeres de la provincia

"Rexas. Mulleres baixo o terror franquista", organizada por la Diputación, podrá verse en la Casa da Cultura Roberto Blanco Torres hasta el próximo 10 de junio


25 mayo 2018
Rexas Cuntis

"Rexas. Mulleres baixo o terror franquista", la exposición organizada por la Diputación para reparar a las víctimas del Alzamiento del 1936, le ponen rostro y nombre a 172 pontevedresas que fueron perseguidas, asesinadas, encarceladas y que, además, por motivo de su condición de mujeres, fueron objeto de vejaciones de corte sexista. La muestra fue inaugurada esta mañana en la Casa da Cultura Roberto Blanco Torres de Cuntis, donde podrá visitarse hasta el próximo 10 de junio. El acto de apertura incluyó una conferencia, a la que asistió el alumnado del CPI Aurelio Marcelino Rey García, y en la que intervinieron la comisaria, la periodista y escritora Montse Fajardo, y el también escritor Héitor Picallo, con un importante trabajo a favor de la memoria histórica y que además es biznieto de Dolores Buján, una de las mujeres recogidas en la muestra.

Previa a la conferencia, también hubo intervenciones de bienvenida del alcalde de Cuntis, Manuel Campos, de la concejal de Igualdad, Concepción Fernández, y del concejal de Cultura, Diego Torres. La comisaria de la exposición, Montse Fajardo se centró en la investigación previa que dio pie a la muestra y hizo hincapié en que "las mujeres fueron asesinadas, exiliadas, depuradas, vejadas, y fueron víctimas de las mismas tipologías de represión que los hombres pero además sufrieron una violencia con claros tintes sexistas y fueron rapadas, tatuadas y agredidas sexualmente". La comisaria también explicó que la represión tenía aún una componente más en el caso femenino "no sólo sufrieron represión por sus implicaciones políticas o sindicales, sino también por estar emparentadas con hombres perseguidos". También reivindicó el papel de las mujeres que quedaron solas, marcadas como rojas, mientras sus hombres fueron asesinados o permanecían en la cárcel.

"Rexas. Mulleres baixo o terror franquista" fue una muestra organizada ya en el pasado ejercicio por el Departamento provincial de Cultura y Lengua y que hizo un recorrido por varios ayuntamientos de la provincia. Debido a la alta demanda de ayuntamientos y asociaciones que trabajan en la recuperación y en la reparación de la memoria histórica, la Diputación decidió mantener la muestra en su programación del año 2018. Así, tras iniciar su itinerancia el pasado mes de abril en Bueu, y una vez finalice su turno en Cuntis, está previsto que pase por O Porriño, Valga, Cangas, Tomiño y Cambados.

Mujeres represaliadas en Cuntis y en su entorno

En el caso concreto de las mujeres represaliadas en Cuntis y en su entorno, Montse Fajardo le dio especial protagonismo a las que denominó como supervivientes, a las mujeres de hombres perseguidos que tuvieron que salir adelante solas y conviviendo con el represor. Muchas de ellas sufrieron las visitas de los fascistas y sus vejaciones, como pasó con la propia Dolores Buján Rajoy, la bisabuela de Héitor Picallo. "Iban en la búsqueda de su marido, Manuel Fuentes, y como no lo encontraron le dieron tal paliza estando embarazada que al día siguiente parió prematuramente" explicó la comisaria. Mencionó también el caso de Manuela Alonso y su hija, Elena Ferreiro, que fueron rapadas por los fascistas tras la detención de Ramón Ferreiro y José Pena –padre y novio de Elena respectivamente–, por su pertenencia al frente Popular, que Pena lideraba en Cuntis.

También mencionó a las mujeres que sufrieron cárcel tras el asesinato de sus maridos, como Rosalía Génova, viuda de José Domingo González Boullosa o Isaura Pazos, la de Hixinio Carracedo. Ambas fueron llevadas a la cárcel tras el asesinato de sus cónyuges en A Estrada mientras sus criaturas eran criadas por gente ajena. La comisaria no se olvidó de la represión que obligó a tomar el duro camino del exilio a mujeres relacionadas con la zona como Carmen Gómez, Ana Viéitez, Conchita Pazo o Placeres Castellanos, lo que le llevó a hablar de la solidaridad de la gente de Cuntis, que recogió firmas para evitar el fusilamiento del marido de Carmen, Xosé Vieitez, maestro en la villa, o de la resistencia de gente corriente, como Placeres, que acabó formando parte de la resistencia francesa contra los nazis tras el asesinato de su hijo Víctor y su marido, Victor Fraiz. La hermana de este, Higinia Fraiz, fue depurada como maestra en Bandeira (Silleda) y marchó a Caldas de Reis donde puso una academia con su marido, Manuel Tubío, que fue referente para varias generaciones.

Por último, destacó "la importancia de esta muestra de la Diputación, que nos da la posibilidad de cumplir el mandato a Ramón Fernández Rico, teniente alcalde de A Estrada que antes de ser fusilado por los fascistas dijo: "Recordad nuestro martirio". Fajardo indicó que su caso fue especialmente cruel pues al año siguiente de su muerte, murieron en la miseria su viuda, Pura Prado, y cinco de sus criaturas.

La historia de 172 mujeres

La exposición cuenta las historias de 172 mujeres, algunas de ellas hechas públicas por primera vez, a través de 78 fotografías. Está dividida en tres bloques, siendo el primero el de la contextualización histórica, que cuenta que el golpe de estado supuso una quiebra de los derechos de la República tanto en lo relativo a las clases como desde el punto de vista de las mujeres, que después pasaron a ser tuteladas por varón, iglesia o la sección femenina.

La segunda parte de la exposición, la más larga, analiza las diferentes tipologías de represión y muestra que, a pesar de que las cifras muestran que los hombres son mayoría en los listados de víctimas, las mujeres no sólo padecieron las mismas tipologías de represión que ellos, sino que además fueron objeto de vejaciones de corte sexista aplicadas no sólo a aquellas ciudadanas significadas política o sindicalmente, sino también a las familiares de maridos perseguidos: fueron rapadas, agredidas sexualmente, tatuadas, arrastradas con cuerdas u obligadas a bailar desnudadas delante de la gente.

Finalmente, la tercera y última parte de la muestra se dedica a reconocer la labor solidaria y resistente de las mujeres, su apoyo imprescindible a la guerrilla, a los huidos, a la gente presa y a sus familias, a las viudas y criaturas huérfanas, así como su protagonismo en la transmisión de la memoria.