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La Diputación reabre el castillo de Sobroso coincidiendo con la Semana Santa

La institución provincial acometió una serie de obras de mejora que supusieron una inversión de más de 300.000 euros en el castillo


28 marzo 2018
Castelo de Sobroso

La Diputación de Pontevedra reabre desde este miércoles las puertas del castillo de Sobroso coincidiendo con la llegada de la Semana Santa. Lo hace después de una extensa tarea de puesta a punto para corregir ciertas deficiencias y carencias que presentaban problemas para su correcto funcionamiento. Estas circunstancias hicieron necesario acometer obras que supusieron un desembolso total de la Diputación de Pontevedra superior a los 300.000 euros.

Con su reapertura, las personas que decidan visitar el castillo de Sobroso se podrán acercar hasta este elemento del patrimonio fortificado del destino Pontevedra Provincia en los siguientes días y horarios: de martes a viernes de 10 a 13 y de 17 a 20 horas y los fines de semana más los días festivos entre las 11 y las 14 y entre las 17 y las 20 horas. Manteniendo sus horarios habituales, el castillo permanecerá cerrado los lunes.

La Diputación de Pontevedra invirtió un total de 314.386,81 euros para acometer las obras de conservación del castillo de Sobroso, divididas en dos intervenciones en las que se actuó tanto en la finca como en la muralla, en la capilla y en la propia edificación del castillo, obligando a cerrarlo al público.

En cuanto al castillo, la Diputación de Pontevedra intervino en la restauración de la carpintería de madera en las puertas; en la restauración y relevo de ventanas; en la renovación de la instalación eléctrica, de la iluminación exterior y del alumbrado de emergencia y señalización; o también en la instalación de calefacción en las estancias donde se localiza el personal del castillo. La institución provincial también actuó en la mejora de la seguridad del castillo con la colocación de extintores, de un sistema central de detección de humos y fuegos acompañado de sirenas y pulsadores y con la instalación de un sistema anti-intrusión en las salas, en el corredor exterior, en la torre y en la capilla, incluyendo un sistema de vídeo de vigilancia en la entrada exterior, en las salas y en la torre. Del mismo modo, se actuó en la restauración de las lámparas de los salones o en la dotación de ventilación de los aseos y mejora de los servicios higiénicos. También fueron objeto de estas obras el levantado de la cubierta de piedra de los salones para su reposición (con el que se consiguió impermeabilizarlos), la reparación del tablado de madera en diversos puntos, que se encontraba dañado por la entrada de agua, y la restauración del pavimento de madera de los salones y de la torre.

En cuanto a la finca, se procedió a limpiar y desbrozar los caminos interiores de acceso al castillo, perfilando las cunetas y cortando los árboles y arbustos que los invadían. Además, se limpiaron la mina y el depósito de agua, renovando también las tuberías de abastecimiento.

En la muralla, la Diputación de Pontevedra intervino en la ejecución de dos portalones de acceso de madera, ya que el elevado grado de deterioro que presentaban los portalones anteriores hizo imposible su restauración. También se renovó la instalación eléctrica y de iluminación exterior y se colocó una baranda de madera en la cuesta de acceso al castillo, desde el camino perimetral de la muralla.

Y finalmente, en lo que se corresponde con la capilla, se restauró la puerta de acceso, se impermeabilizaron y se limpiaron los faldones de la cubierta, se sustituyó el faldón lateral y se ejecutó un canal de drenaje en uno de los laterales de la capilla para evitar filtraciones de agua hacia su interior.

A mayores, tanto en el caso de la muralla como de la capilla y del propio castillo, se procedió a la limpieza manual de los lienzos y de las fachadas para la retirada de la capa de detrito (unas partículas de pequeño tamaño que ocasiona la erosión de las rocas) y demás residuos acumulados sobre las piedras.

Más actuaciones del plan de puesta en valor del castillo de Sobroso

Estas obras acometidas por la Diputación de Pontevedra se encuadran en un plan de puesta en valor de este elemento del patrimonio fortificado que persigue por una parte mantener el patrimonio provincial en condiciones óptimas, a pesar de  la falta de competencias de la Diputación en la materia, y por otra parte convertir el castillo en un foco de atracción turística promoviendo un tipo de turismo que atrae a un público con alto poder adquisitivo.

De este modo, anteriormente a estas obras la institución provincial ya invirtió 120.000 euros (por lo que en la actualidad las inversiones ya se sitúan próximos a los 500.000 euros) para el acondicionamiento de una senda botánica en el recinto con audioguías de aplicación móvil. Las audioguías vienen con contenidos en gallego, castellano e inglés y la senda está provista también de diez paneles informativos, la mayor parte de ellos con códigos QR para hacer una visita más interactiva y de calidad. En la actualidad, la Diputación de Pontevedra está a la espera de que la empresa adjudicataria de las obras proceda a las labores de limpieza que permitirán poner en marcha una segunda senda botánica en este espacio.

Además, se procedió a la naturalización del entorno forestal de los jardines mediante la retirada de especies invasoras, concretamente acacias y eucaliptos, con el objetivo de dejar visibles los restos históricos en este Año del Patrimonio Europeo. En lo que tiene que ver con este asunto, precisamente hace unas semanas la presidenta Carmela Silva mostró su preocupación por la demora por parte del servicio de Patrimonio de la Xunta de Galicia a la hora de autorizar la retirada de los eucaliptos de los terrenos del castillo de Sobroso. La Diputación de Pontevedra presentó la solicitud en el mes de octubre de 2017 y, seis meses después, sigue sin tener una respuesta.

Una exposición muestra la evolución de la ropa interior

El interior del castillo de Sobroso acoge la muestra "¡Callad que hay ropa al sol!", con la que la ropa tradicionalmente más escondida, la interior, sale a la luz para mostrar el atuendo de las distintas clases sociales y conocer su evolución a lo largo de varias décadas de finales del siglo XIX y principios del XX, tanto por cuestiones higiénicas como de uso. Además, las personas que visiten la muestra podrán conocer los usos y costumbres sociales relacionados con este tipo de indumentaria y las diferencias de tejidos empleados en la ropa interior de las clases populares y la burguesía e hidalguía, entre otras cuestiones.